jueves, 14 de febrero de 2008

Johnny y Tim..



El californiano Tim Burton ha sido, hasta la fecha, el único director "lo suficientemente valiente" como para permitir a Johnny Depp cantar en una película.


En la adaptación cinematográfica del musical "Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street" (Sweeney Todd. El Diabólico Barbero de la calle Fleet), el actor desafina para dar rienda suelta a la última fantasía del realizador.


Con los ingredientes típicos de este director, algunos de los intérpretes fetiche de Burton unen, en esta cinta, sus talentos y sus voces para recrear una oscura historia del Londres del siglo XIX.


En un encuentro con la prensa celebrado hoy en un hotel londinense, Depp, quien se estrena cantando por primera vez en una película, aseguró que la experiencia fue a ratos "liberadora" e "interesante" aunque, en otros, le hizo sentirse "avergonzado" y "como un idiota".


Hasta la fecha, sin embargo, Tim Burton, un director con el que Depp colaboró ya en cinco trabajos anteriores, "ha sido la única persona lo suficientemente valiente como para dejarme cantar en una película", indicó el actor.


"Y una vez que vences el miedo del principio, lo llegas a disfrutar. Es algo bonito, ¿pero, lo volvería a hacer?. No", reflexionó Deep.


Es en Fleet Street, la calle donde se concentraba la prensa británica del siglo XIX, donde transcurre la truculenta historia de Benjamin Barker, un barbero condenado de forma injusta a prisión en el extranjero que regresa a Londres con una nueva identidad, la de Sweeney Todd, y se revela como un psicópata en busca de asesinato y venganza, tema con el que Depp se permitió teorizar.


"Hay una cierta idea de la venganza en esta historia, un sentimiento que todos tenemos de alguna manera, pero que la mayoría de la gente no admite nunca. Yo soy un gran fan de la venganza", comentó.


Las gráficas y abundantes escenas de asesinatos del barbero, observó Depp, no fueron complicadas. "Matarlos no fue difícil, lo difícil fue afeitarlos", apuntó, con un matiz divertido, el actor.


A Burton, por su parte, este clásico de Broadway le fascinó cuando todavía era un estudiante. "Y aún ni sabía si terminaría haciendo películas o trabajando en un restaurante", recordó el director.


El realizador de "La novia cadáver" (2005) indicó que quedó fascinado por la obra, con Len Cariou y Angela Lansbury como protagonistas, que fue diseñada por Stephen Sondheim y estrenada en 1979. "Entonces, no sabía nada del musical. Simplemente me metí en el teatro y me encantó",dijo.


Del personaje que interpreta Depp, Burton subrayó que se trata de un tipo "triste y trágico, un hombre muerto", una personificación que Depp borda y a la que acompañan, además, los elementos clásicos de los filmes de Burton: lo gótico, lo mórbido, lo fantasmagórico y, esta vez, también, borbotones de sangre.


"Una sangre pegajosa, dulce, que te quema los ojos y te lleva dos semanas quitártela de encima. Nuestra receta secreta", bromeó Burton.


Por su parte, el protagonismo femenino lo acapara la pareja del realizador, la británica Helena Bonham-Carter, subyugada por el magnetismo lúgubre de Depp y la encargada de rellenar los famosos pasteles de carne con las entrañas de las víctimas de Todd.


Bonham-Carter reconoció hoy que tuvo que aplicarse para hacerse merecedora del papel y hasta se apuntó a clases de canto.


"No quería tener la sensación de que me llevaba el papel, porque me he acostado con él (Burton)", bromeó la actriz.


Una pequeña intervención sin desperdicio de la mano del intérprete británico Sacha Baron Cohen, quien hace de barbero rival del personaje de Todd, y quien muere degollado por éste; o la presencia del actor británico Alan Rickman, excelente en su papel de juez malvado, contribuyen a canalizar la fantasía oscura de Burton.


La cinta, por el momento, aspira a cuatro candidaturas a los Globos de Oro.

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